martes, 20 de enero de 2009

Me preguntaba una buena amiga qué siento cada vez que voy al casino a perder toda mi fortuna. Le respondí que las pocas veces que he ido (en verdad han sido pocas) experimento una sensación exquisita al estar cerca de perder todo mi dinero de la semana o al saber que podría tener un excedente para futuros gastos. Se trata sólo del vértigo, de sentirte en la cuerda floja. Una vez casi gano una suma exagerada. Ese día llegué al casino con muy poco dinero, pero pensé que con un tiro de dados afortunado podía irme hasta el cielo. Bien, logré a tener en mi terminal electrónica más de quinientos pesos!!! En ese momento mi voz interior me decía: Blas Bajaras, escritor, vete de aquí ganando antes de que pierdas hasta lo que no tienes. Pero mi necedad fue más fuerte y me dijo: Blas, la gente no se lamenta de lo que nunca ha tenido, sino de lo que pudo tener. Y jugué un tiro con todo lo que tenía. Por demás está decir que lo perdí todo aunque estuve a punto, lo juro, de ganar mucho!!! Tanto como para mandar este blog de bajo presupuesto a la mierda y pagarle a alguien para que lo escribiera por mí (igual que mi tesis y el libro sobre el Papiloma Humano que no seré capaz de escribir nunca).
Me retiré contento de aquel casino del diablo porque me reafirmé como buen jugador, porque desprecié la limosna que me ofrecía la mierda máquina, porque comprendí que yo, si juego lo hago de verdad porque no me gustan los términos medios. Considero a una persona grande por su capacidad de quemarse o quedarse crudo, porque soy incapaz de quedarme a medias... Me dijo un amigo que si se van a hacer pendejadas, hay que procurar que éstas sean heroicas. Trato de seguir su consejo al pie de la letra, por eso apuesto fuerte cada vez que se presta la ocasión de hacerlo. Trato de aplicar esto último, sobra decirlo, a mis escasas relaciones amorosas y, también sobra decirlo, los resultados terminan siendo funestos...

PD: Lo único que me hace feliz en estos momentos es que le gané dos cahuamas al cantinero del Seven porque ganaron Cañeros de los Mochis, la ciudad de los vientos con olor a caña, su pase al final de la liga del Pacífico al vencer (no se rasquen) a los chupa pitos de los Naranjeros de Hermosillo.

PD2: Mi canción de esta noche se llama apuesta por el rock and roll (... y no veo otra forma de salir, pero voy apostar fuerte mientras pueeedaaaaa(8)

5 comentarios:

Kitsune dijo...

Esa idea de apostar para ganar dinero y pagarle a alguien por hacer mi tesis no está mal
:P

Tánori dijo...

pinche putito... ta bien pero se la vieron duro. Saludos pues...

Carmen Sa dijo...

ya fuiste por las caguamas??... oye, yo sí quiero ir al casino.. pero.. no estoy segura de qerer apostarlo todo.. je... soy mala jugadora, ya sé...

besos morrito

::Mr.KARATE:: dijo...

Te apuesto un 24 de Budlight a que te pego un putazo y no te levantas por otro.

Eso es extremo. Piensalo.

Svetlana dijo...

en ese caso mis pendejadas son homéricas


esa canción me recuerda a un guey que dijo que apostaría todo por mi (y termine siendo su abal y perdiendome hasta a mi misma)