domingo, 16 de noviembre de 2008

Puedo decir sin temor a equivocarme que el día de tu visita ha sido y será uno de lo más felices de mi existencia. Por un azar que no busco comprender (me dijo un poeta) ese día hizo un terrible frio que aún conservo en el tuétano, como suele decirse. Recuerdo, por mero sadismo, la caminata por el bulevar de la tarde iluminado deficientemente por esas cosas lúgubres que el gobierno llama alumbrado público. Mientras paseábamos la felicidad, o lo que aquello hubiera sido, me empeñé en bailar contigo aquella canción que lleva tu nombre. Soy mal bailarín, lo acepto, pero al llegar a la plaza donde los músicos desvelados esperan a los románticos borrachos del catorce de febrero, estaba ya tan empecinado en compartir contigo el baile que no escuché ninguna de tus réplicas, más bien súplicas para que no me atreviera. Ya no había vuelta de hoja. Bailabas conmigo o lo hacía yo solo. Cuando me acerqué a preguntar por la pieza, no sé qué vieron aquellos músicos en mí que hasta uno del grupo vecino se ofreció a tocar con ellos, ya que, según sus propias palabras, sin marimba la canción sería un insulto para nosotros y para Javier Solís. Fue un acuerdo tácito. ¿Recuerdas cómo mis pasos torpes parecían llevados por algo ajeno a mí? Aquello, por más raro que les parecía a quienes nos miraban, era una oportunidad de recoger en dos o tres minutos un poco de la locura de nuestros quince años, en los que yo no estuve presente porque me temo los pasé de largo. Terminó la canción y nos vimos forzados a correr para continuar bailando en otro lado. Te escribo todo esto para recordarte lo que aún no pasa.

15 comentarios:

Svetlana dijo...

yo baile en la plaza publica una vez, me marearon las vueltas el mezcal y los besos

pero solo paso esa unica vez, y yo sigo esperando que hayan sido varias

Anónimo dijo...

"quisiera que me hicieras mucha falta" (8) no sé por qué pensé en esto.

Por otro lado, siento también varias de esas suplicas por mi abstinencia hacia ella.

En fin, sólo puedo decir que Esqueda es el jugador más malo de México y que le ganamos 2-0 al América.

R dijo...

me gusta. ¿qué canción era o será?

Aleita! dijo...

Es la mejor canción del mundo.

No soy yo, eres tú dijo...

Hay blas, me haces pensar en este otro poema:
“Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña./Los he escrito sencillos para que tú los entiendas,/Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,/un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.../Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,/Otras soñarán con este amor que no fue para ellas./Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,/escritos para conquistarte a ti, despiertan/En otras parejas enamoradas que los lean/los besos que en ti no despertó el poeta”.

Y así como Cardenal tú escribes historias simples para que "esa" los entienda... mientras otras, muchas, suspiramos con ellos, pensado en ese amor que no es para nosotras!

Blas Barajas, escritor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
No soy yo, eres tú dijo...

que culon! jajaja lei tu comentario suprimido jajajaja

El mal esta en la cabeza de quien ve...

pero aun así te quiero!

Blas Barajas, escritor dijo...

qué maniaco. no diré nada más

Kitsune dijo...

A mí me gustaría bailar con alguien por las calles, pero no sé bailar...
hehehe

Saludines!

DIANA-CHAN dijo...

, si tu quieres seremos amigos, yo te ayudo a olvidar el pasado, no te aferres, no te aferres, a un imposible, ya no te hagas, ni me hagas mas daño, oh no.. Tú bien sabes que no fué mi culpa, tu te fuiste sin decirme nada y a pesar que llore como nunca, yo seguía de tí enamorado, pero te fuiste, vi que regresabas, no me dijiste y sin mas nada, ¿por que? no sé, pero fue así, así fué. Te brinde la mejor de las suertes, me propuse no hablarte, no verte y hoy que has vuelto ya ves solo hay nada, ya no puedo ni debo quererte, ya no te amo, me he enamorado, de un ser divino, de un buen amor, que me enseño, a olvidar y a perdonar.

Blas Barajas, escritor dijo...

esa es la versión de yuridia?

Fidelia dijo...

Muy buenos tus textos, Raúl, o debo decirle San Blas, al señor? Ese personaje que viene cargando contigo (que no alrevéz) desde que te conozco? Dicho esto con el cariño que sabes que existe. Muy buenos todos ellos, sobre todo El festival de la palabra. Me has hecho sonreir a pesar de mi eterna tristeza. Salud!

mar adentro dijo...

¿Cuántas versiones se pueden crear de un encuentro que aún no se ha dado? ¿Si caminan por otras calles? ¿Sería distinto si los músicos tocaran otra canción? ¿Y...si no hubiera marimba?

Librería Precio Justo dijo...

esa sí que fue una aplicación de la de "Bailas o te méo", lo que se comprueba como de uso y costumbre de por alla. ¿Qué esa canción no habrá sido la de "Í-sa-bel, sueño de mis suelos, quiéreme ísabel...?

Anónimo dijo...

No mames. ¿Y qué pasó con la escena en el cuarto de hotel, luces apagadas, acompañado por cinco mamacitas pedas y en calzones? Ya sé que no es novedad que termines bichi -con o sin razón- pero, chinga, déjanos treparnos un ratito a tu... fama, Blas.