martes, 14 de julio de 2009

Hace poco menos de cuatro años, llegué a Hermosillo sin tener ninguna idea de lo que me iba a pasar ahí. Eso es lo que a uno le pasa cuando llega a vivir a una nueva ciudad, o al menos eso me pasa a mí. Llegué con una maleta y dos cartones donde cargaba un computadora vieja que acabo de regalar y que espero le den mejor uso que yo. En fin. Los primeros semestres fueron difíciles, tanto que hasta pensé regresarme a la ingeniería felizmente dejé empezada o bien, estudiar medicina como siempre soñó mi madre. El caso es que logré, pese a todas las adversidades, querer a Hermosillo (pese a sus puentes y sahuaros) como si fuera mi ciudad natal. El problema es que nunca me he sentido de ahí, y ahora, después de cuatro años, tampoco me siento de Los mochis. Quizá porque no soy de ningún lugar. Lo bueno es que estaré dos años más en Hermosillo: quizá me toque ver el puente terminado (el nuevo vicio de lo hermosillenses es construir puentes, lo cual me hace pensar en Cerati y, también, en Benedetti), o ver la plaza Zubeldía libre de gente que protesta.

Otra cosa: ayer por la noche, después de un tremendo trajín, llegué a la ciudad de Xalapa. Me gusta mucho el clima y el paisaje. La comida es buenísima y el café, por dios, nada que ver con esa plaga de cafenio.


7 comentarios:

Carmen Sa dijo...

y ya

Tánori dijo...

Cuídate cabrón. Saludos...

Unknown dijo...

Saludos y un abrazo.
Ya terminaste la carrera, ¿no?
Porras para los caminos y lugares que recorras.

kami dijo...

¿Andas en Xalapa? Me gustaría conocerte. ¿Cómo estás de tiempo?

Blas Barajas, escritor dijo...

Carmen: tú si sabes hablar inglés, y ya.

Tanori: lo intentaré, carnal.

Ave: Gracias, muy amable. Y sí, se supone que ya terminé la carrera.

Kami: qué nombre tan sexi tienes. Dedo decirte, Kami, que yo valoro mucho a mis fans y a la mujeres que quieren conocerme. De tiempo no sé cómo ando, pero seguramente si puedo.

Gracias por la visita.

Erato dijo...

Tengo que ir por negocios a Xalapa estaría bien que nos fueramos a dar unas vueltas por ahí.

Llego el 23 ¿estarás libres guapetón?

Silvano dijo...

¿Y a mí no quieres verme, Blas?
Dicho sea de paso, hoy casi entré a un casino en tu honor.
Saludos.