jueves, 24 de septiembre de 2009

Ya se fue Enrique

Me regresó el alma al cuerpo cuando me enteré, yo siempre me entero de cosas, que Bunbury cancelaba su presentación en Hermosillo por una supuesta indigestión. No me sorprendió que se hubiera atascado un burro percherón o un hotdog malo de la universidad y que por tal motivo se hubiera indigestado. Sin embargo, me parecía y me sigue pareciendo más convincente el hecho de que hubiera amanecido crudo. Quizá tomó en el Pluma Blanca o en la tropiconga. Se me fue de nuevo el alma cuando dijeron que volvía al siguiente día... puras mamadas, pensé. Cuentan que aquello estuvo a reventar pese al chingal de boletos que regresaron los grupis que de plano no pudieron quedarse. Qué lástima. La noche del lunes, la misma del concierto, me fui a la cantina a celebrar el cumpleaños de M. Fui feliz esa noche hasta que llegaron unos weyes procedentes del concierto y empezaron a chiflar a su flauta (así digo yo chingar a su madre) con puras canciones de héroes. ¡¡¡¿No mames, qué no les bastó?!!! tenían que ir precisamente al bar donde yo estaba a recordarme lo grupis que son!! qué estrés. Canté con ellos algunas canciones, para que no se pusiera en tela de duda que soy mi propia contradicción. Fui feliz cuando se fueron. También tuve un poco de envidia, pero ya pasó. Supe de otros grupis que lo siguieron hasta el aeropuerto!! Por favooor, no se cansan!! Dicen que otros hasta lloraron mientras hacían la señal del rock. Cuánta aberración!

Les mando besos de lengua a todos.

PD: todo lo que me pasa es que no soporto que a alguien le guste Bunbury como a mí. (fin de cita)

1 comentario:

Anónimo dijo...

ah que virulais como se nota que te sigue encantando la cara de bala. por ser tu te mando un "puchoncito".
¿a que no sebes que choy? jeje